
El 21 de mayo del año 2017 fue confirmada la construcción de la nueva Línea 7 del Metro de Santiago, en el marco de la cuenta pública de la entonces presidenta Michelle Bachelet en el Congreso Nacional de Valparaíso.
Se trataba en ese entonces de un proyecto de 24,8 kilómetros de longitud, los que serían inaugurados en el año 2025.
Se trata de una línea de Metro que avanzará de poniente a oriente en paralelo a la Línea 1 y en gran parte de su trazado por un costado sur del lecho del Río Mapocho, uniendo las comunas de Renca y Cerro Navia en tan solo 30 minutos.
En el anuncio se indicó que los tiempos de viaje se reducirán en cerca de un 67 por ciento, pues actualmente el tiempo de traslado entre ambos puntos es de por lo menos 1 hora y media. Ello permitirá una disminución de más de dos horas de viaje diarios, lo que se traducirá en un ahorro de 500 horas en un año, equivalente a 21 días libres.
En el 2017 se indicaba que pasará por importantes puntos de la ciudad, como el nuevo Hospital Félix Bulnes en Cerro Navia y el Liceo Industrial Benjamín Franklin en la comuna de Quinta Normal.
También por el Barrio Yungay, la Estación Mapocho, el Mercado Central y La Vega; la Plaza Baquedano, donde combinará con las Líneas 1 y 5; la Clínica Santa María y el sector de hospitales en Av. Salvador, donde también combinará con Línea 1; el Costanera Center y barrio Sanhattan, en la comuna de Providencia; los centros comerciales Parque Arauco y Alto Las Condes y las Clínicas Las Condes y Tabancura.
Al mismo tiempo estará muy cerca de importantes polos de desarollo de oficinas del sector oriente de la Región Metropolitana, incluyendo Nueva Las Condes, Estoril y el eje Las Condes.
La Línea 7 conectará siete de las comunas que más han crecido y muestran alguno de los niveles de mayor densidad de la Región Metropolitana, como Renca, Cerro Navia, Quinta Normal, Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura, beneficiando a cerca de 1 millón 365 mil habitantes de la capital.
Combinará con las Líneas 1, 2, 3 y 5 en puntos neurálgicos de la red de Metro como son las estaciones Cal y Canto, Baquedano y Salvador, ofreciendo más alternativas de rutas para los usuarios, lo que además permitirá responder de mejor manera frente a imprevistos en alguna de las líneas actuales, especialmente en Línea 1.
Además, permitirá descongestionar de manera efectiva dicha línea, reduciendo la demanda en alrededor de 7 mil pasajeros por hora en sentido poniente – oriente en horario punta mañana en el tramo más cargado, lo que equivale a inyectar 10 trenes vacíos durante las dos horas del período punta AM.
La nueva línea, que será completamente subterránea e implica una inversión de 2.528 millones de dólares, tendrá una afluencia anual estimada de 122 millones de pasajeros al año 2025, con un aumento de 96 millones de viajes en la red de Metro.